E VEÑA VIÑO Pipiri Pipiri Pipiri
A sabiendas de la internacionalidad de este nuestro blog y para no generar confusión alguna, primeramente pasamos a la traducción casi simultanea del título de esta entrada, que viene siendo así: FIESTA, CARALLO !!!!! Entendiendo "Carallo" como la palabra más internacional del gallego, no la traducimos.
Dicho y aclarado el punto anterior, damos paso al relato de los hechos acontecidos en una pequeña comarca del interior de nuestra Comunidad (por no decir País, para no herir susceptibilidades) el día 10 del presente mes.
Arduo fue el camino hasta llegar aquí, e intensa la estancia desde que llegamos. Primero que si salimos anunciados en la radio como los Crazy Boys, cosa que no estaría nada mal si fuésemos un show de streeptees que seguro nos pagarían mucho mejor dado el estupendo porte del cual no nos gusta alardear. Segundo que si íbamos a tocar en dos partes de media hora cada una y a partir de las 5 de la tarde, convirtiéndose en una sola función y a las 4:00. Tercero, solo llevar amplis y guitarras ya que la amplificación corre a cargo de la orquesta contratada para la noche, cosa que ellos no sabían. Cuarto, estar antes de las 11:00 de la mañana para montar todo en 1 hora dado que a las 12:00 celebraban la solemne misa y tras ella la parafernalia del politiqueo, discursos y demás.
En definitiva, que estaban dando las 3:00 de la tarde, nosotros sin montar ni comer y mucho menos probar sonido. Así nos dan las 4:00, hora a la que debíamos comenzar a tocar, ya teníamos todo montado pero imposible hacer ninguna prueba de sonido dado que justo bajo el "escenario" estaba tocando una charanga con toda la fuerza de los instrumentos de viento y percusión.
En cuando dejan de tocar un instante, muy placentero, aprovechamos para colarnos y empezar a hacer la prueba de sonido que quedó lista en más o menos media hora y, acto seguido, comenzamos el concierto. Bajo nosotros una muchedumbre muy homogenea que por rock entendían Camela y, como no, nuestros incondicionales seguidores: Ana, Arancha, Xan y Miguel. La tarea, lejos de ser simple, parecía bastante inquietante. Seríamos capaces de asustar al personal ó, por el contrario y confiando el la calidad de la música de Neil, no se espantarían ni empezasen a protestar...
Pues bien, el concierto duró escasamente una hora ya que nos cortaban para dar paso a otras actividades pero tras el último acorde de Keep on rocking, volvimos las miradas al frente y ahí estaban todos. No solo eso sino que alguno, fuera de nuestros amigos, pedía más.
Al final, comimos todos juntos a las 6:00 de la tarde. Al acabar nos dimos una vuelta por la fiesta, unas 10.000 personas y para casita que al día siguiente era laborable y aún teníamos que recoger el material en el local.
Otra experiencia más para la saca, y creo que ésta es de las que no se olvidan.
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